1ra parte
no será agradable
El camarada Arturo Chávez Chávez finaliza su discurso inaugural para el XXXIX Congreso de Seguridad, Prevención y Adiestramiento Nacional. Da las gracias a todos paseando sus ojos por la magna sala de convenciones de la compañía, sonriendo hacia los miles de presentes a su alrededor, que no emiten ningún sonido, ningún aplauso, ningún maestro de ceremonias que agradezca algo de lo dicho, nadie se pone de pie ni hace gesto alguno al respecto, a nadie le importa su actual cargo de titular de la compañía. Un flash de cámara lo hace parpadear y él se retira no sin antes dar las gracias de nuevo, aunque puedo jurar que lo único que sí escuchamos todos fue el eco de sus pasos desaparecer.
Las voces de los camaradas acompañan el camino que cada uno toma para dirigirse al salón donde escucharán o impartirán conferencia, y en la división de pasillos noto que muchos están tomando ruta hacia el salón donde 85 hablará de su primer trabajo especial como camarada, lo cual es muy distintivo a su edad pues iniciando su servicio ya es reconocido como joven promesa de la compañía. También la hermana 90.60.90 estará en una mesa bastante interesante donde ella y otros servidores se deslindarán con argumentos sólidos a la imputación de violaciones a lineamientos regulares de la compañía. Es la mesa tradicional del Congreso.
Seguimos una lenta fila de fumadores en su mayoría, que van apagando el cigarro o el habano justo antes de cruzar el umbral de la puerta, y una cortina de humo recibe a todos con su hedor casi lacrimógeno, nada comparado a la calidez del incendio, la ceniza, el oxígeno hirviendo, pero aquí sólo está el clima frío del aire acondicionado, la tenue luz que sólo deja ver el suelo repleto de zapatos, lo cual indica personas de pie y asientos ocupados por completo. 85 es el único en la mesa de conferencistas pero el programa de actividades refiere cuatro expositores, lo más probable es que estén muertos, así que nadie esperará, además de que nadie está aquí por otra cosa más que por el video de 85.
La pantalla se enciende con la imagen detenida de la anterior 85, sentada en el sofá, como estuvo antes de ser liberada de funciones. La dimensión del monitor es tal que ella se percibe inmensa, imponente, casi una estatua como las que alzan en monumentos dedicados a los fundadores de la compañía, y 85 se ve bajo la difusión de luz del video como un pequeño arquitecto contemplando su gran obra develada a la humanidad, pero lo que expone son los trazos de bisturí que hizo en su predecesora, a quien por protocolo nombró el sujeto, y la precisión necesaria para mantenerla viva durante días.
85 empieza la introducción de su trabajo pero la gente sólo espera a que la imagen de la pantalla tome movimiento. Él no puede decir nada sobre por qué aplicó a esa el sujeto en específico los instrumentos, además de que a nadie aquí le interesa. Sería como hablar de por qué la compañía se llama así y no de otra forma, o qué es lo busca, o a qué nos referimos en realidad cuando decimos la compañía, o si la compañía ha tenido o tiene más nombres.
Todo eso está perfectamente claro, no hay nada qué discutir al respecto de lo que siempre fue y lo que es. Antes tampoco nos llamábamos camaradas, tuvimos otro nombre y éste dejó atrás al anterior que también hizo lo mismo, justo como sucede cuando uno de nosotros toma el lugar de otro. No importa quién era aquel 32 antes de mí, ahora yo lo soy, como ha sido para muchos de los presentes que saltan de su asiento vociferando o la boca les cuelga si estaban de pie cuando el alarido de el sujeto retumba en las paredes durante los primeros segundos del video.
Se supone que los documentales de ese tipo deben estar sin audio pues evita que el público tome alguna actitud degenerada al escuchar gemidos o gritos de agonía, pero ya es tarde, varios de los camaradas de pie están tocándose bajo el pantalón y quienes permanecen sentados parece que también. Lo único que me reconforta es que cada uno se toca solo, pero los más moralistas siguen reclamando a 85 por su descuido cuando baja el volumen, mientras otros piden compostura a sus compañeros ocupados en aprovechar el efecto del grito y éstos sólo piden a voces que vuelva el sonido, lo cual 85 emplea para refutar al padre 666 y al camarada Gral. Guillermo Galván por intervalos, justo como hace de director de orquesta al micrófono.
− Ellos quieren con audio, ¿le subo? Pero es, aquí me están diciendo… ¿memejor con sonido, verdad? ¿Se dan cuen…? No importa, pero prporq¿por qué vamos a reprim…? Bueno pues sin sonido jajaa pero díganle a ellos.
El enfermo de 85 lo hizo con toda intención de generar una asquerosa polémica que fastidie a los camaradas abolisistas del audio en los videos de trabajos especiales, alterando a quienes desean gritos, que con la mano desocupada empujan a los moralistas, dicen algo como no me toques mientras me toco o mientras me froto aunque nadie los ha tocado en realidad y piden gritos, les responden que es imposible, ya no se permite, es violatorio. ¡Ustedes fueron quienes lo prohibieron!, aúlla uno volviendo la acusación consigna unísona contra el escaso número de moralistas posicionados alrededor de la mesa de conferencias.
El video sigue avanzando con acercamientos a las zonas donde cada tejido humano palpita, suda y tiñe el paso del corte profundo pero no mortal. Quienes buscan salir de aquí van hacia la puerta sellada que abrirá hasta finalizar el horario de las cuatro ponencias, justo cuando lo recuerdan revisan sus bolsillos, sí, todas las armas están en la recepción, es necesario para evitar malentendidos y los inconformes van hacia la mesa furiosos porque la erección debe estar disminuyendo, pero no se sueltan el miembro ni cuando resoplan frente a sus opresores.
Y yo que pensé que al no pagar la camarada Bombón ni Piojórquez, el vuelo de las monjas para asistir al XXXIX Congreso de Todo Eso, iba a haber menos violencia.
Sigue en la 2da parte
Camilo Solís
Breves apariciones del camarada 32:
Primera aventura de 32 con la malvibrosa camarada 85
http://subelealvolumen.blogspot.com/2009/05/cuando-la-gober-dio-el-grito-en-pijama.html
Segunda aventura de 32 con video para bailar el gallinazo
http://subelealvolumen.blogspot.com/2009/05/el-deber-civil.html
Tercera aventura de 32 presentando a su nuevo amigo el camarada 85
http://subelealvolumen.blogspot.com/2009/07/wwwwwwwwvibraswwwwwwww.html
32 va a misa y su nuevo amigo tambiénhttp://subelealvolumen.blogspot.com/2009/08/el-camarada-32-va-misa.html
no será agradable
El camarada Arturo Chávez Chávez finaliza su discurso inaugural para el XXXIX Congreso de Seguridad, Prevención y Adiestramiento Nacional. Da las gracias a todos paseando sus ojos por la magna sala de convenciones de la compañía, sonriendo hacia los miles de presentes a su alrededor, que no emiten ningún sonido, ningún aplauso, ningún maestro de ceremonias que agradezca algo de lo dicho, nadie se pone de pie ni hace gesto alguno al respecto, a nadie le importa su actual cargo de titular de la compañía. Un flash de cámara lo hace parpadear y él se retira no sin antes dar las gracias de nuevo, aunque puedo jurar que lo único que sí escuchamos todos fue el eco de sus pasos desaparecer.
Las voces de los camaradas acompañan el camino que cada uno toma para dirigirse al salón donde escucharán o impartirán conferencia, y en la división de pasillos noto que muchos están tomando ruta hacia el salón donde 85 hablará de su primer trabajo especial como camarada, lo cual es muy distintivo a su edad pues iniciando su servicio ya es reconocido como joven promesa de la compañía. También la hermana 90.60.90 estará en una mesa bastante interesante donde ella y otros servidores se deslindarán con argumentos sólidos a la imputación de violaciones a lineamientos regulares de la compañía. Es la mesa tradicional del Congreso.
Seguimos una lenta fila de fumadores en su mayoría, que van apagando el cigarro o el habano justo antes de cruzar el umbral de la puerta, y una cortina de humo recibe a todos con su hedor casi lacrimógeno, nada comparado a la calidez del incendio, la ceniza, el oxígeno hirviendo, pero aquí sólo está el clima frío del aire acondicionado, la tenue luz que sólo deja ver el suelo repleto de zapatos, lo cual indica personas de pie y asientos ocupados por completo. 85 es el único en la mesa de conferencistas pero el programa de actividades refiere cuatro expositores, lo más probable es que estén muertos, así que nadie esperará, además de que nadie está aquí por otra cosa más que por el video de 85.
La pantalla se enciende con la imagen detenida de la anterior 85, sentada en el sofá, como estuvo antes de ser liberada de funciones. La dimensión del monitor es tal que ella se percibe inmensa, imponente, casi una estatua como las que alzan en monumentos dedicados a los fundadores de la compañía, y 85 se ve bajo la difusión de luz del video como un pequeño arquitecto contemplando su gran obra develada a la humanidad, pero lo que expone son los trazos de bisturí que hizo en su predecesora, a quien por protocolo nombró el sujeto, y la precisión necesaria para mantenerla viva durante días.
85 empieza la introducción de su trabajo pero la gente sólo espera a que la imagen de la pantalla tome movimiento. Él no puede decir nada sobre por qué aplicó a esa el sujeto en específico los instrumentos, además de que a nadie aquí le interesa. Sería como hablar de por qué la compañía se llama así y no de otra forma, o qué es lo busca, o a qué nos referimos en realidad cuando decimos la compañía, o si la compañía ha tenido o tiene más nombres.
Todo eso está perfectamente claro, no hay nada qué discutir al respecto de lo que siempre fue y lo que es. Antes tampoco nos llamábamos camaradas, tuvimos otro nombre y éste dejó atrás al anterior que también hizo lo mismo, justo como sucede cuando uno de nosotros toma el lugar de otro. No importa quién era aquel 32 antes de mí, ahora yo lo soy, como ha sido para muchos de los presentes que saltan de su asiento vociferando o la boca les cuelga si estaban de pie cuando el alarido de el sujeto retumba en las paredes durante los primeros segundos del video.
Se supone que los documentales de ese tipo deben estar sin audio pues evita que el público tome alguna actitud degenerada al escuchar gemidos o gritos de agonía, pero ya es tarde, varios de los camaradas de pie están tocándose bajo el pantalón y quienes permanecen sentados parece que también. Lo único que me reconforta es que cada uno se toca solo, pero los más moralistas siguen reclamando a 85 por su descuido cuando baja el volumen, mientras otros piden compostura a sus compañeros ocupados en aprovechar el efecto del grito y éstos sólo piden a voces que vuelva el sonido, lo cual 85 emplea para refutar al padre 666 y al camarada Gral. Guillermo Galván por intervalos, justo como hace de director de orquesta al micrófono.
− Ellos quieren con audio, ¿le subo? Pero es, aquí me están diciendo… ¿memejor con sonido, verdad? ¿Se dan cuen…? No importa, pero prporq¿por qué vamos a reprim…? Bueno pues sin sonido jajaa pero díganle a ellos.
El enfermo de 85 lo hizo con toda intención de generar una asquerosa polémica que fastidie a los camaradas abolisistas del audio en los videos de trabajos especiales, alterando a quienes desean gritos, que con la mano desocupada empujan a los moralistas, dicen algo como no me toques mientras me toco o mientras me froto aunque nadie los ha tocado en realidad y piden gritos, les responden que es imposible, ya no se permite, es violatorio. ¡Ustedes fueron quienes lo prohibieron!, aúlla uno volviendo la acusación consigna unísona contra el escaso número de moralistas posicionados alrededor de la mesa de conferencias.
El video sigue avanzando con acercamientos a las zonas donde cada tejido humano palpita, suda y tiñe el paso del corte profundo pero no mortal. Quienes buscan salir de aquí van hacia la puerta sellada que abrirá hasta finalizar el horario de las cuatro ponencias, justo cuando lo recuerdan revisan sus bolsillos, sí, todas las armas están en la recepción, es necesario para evitar malentendidos y los inconformes van hacia la mesa furiosos porque la erección debe estar disminuyendo, pero no se sueltan el miembro ni cuando resoplan frente a sus opresores.
Y yo que pensé que al no pagar la camarada Bombón ni Piojórquez, el vuelo de las monjas para asistir al XXXIX Congreso de Todo Eso, iba a haber menos violencia.
Sigue en la 2da parte
Camilo Solís
Breves apariciones del camarada 32:
Primera aventura de 32 con la malvibrosa camarada 85
http://subelealvolumen.blogspot.com/2009/05/cuando-la-gober-dio-el-grito-en-pijama.html
Segunda aventura de 32 con video para bailar el gallinazo
http://subelealvolumen.blogspot.com/2009/05/el-deber-civil.html
Tercera aventura de 32 presentando a su nuevo amigo el camarada 85
http://subelealvolumen.blogspot.com/2009/07/wwwwwwwwvibraswwwwwwww.html
32 va a misa y su nuevo amigo tambiénhttp://subelealvolumen.blogspot.com/2009/08/el-camarada-32-va-misa.html
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