Thursday, July 15, 2010

Goleadoras bodas gay



Muchos veían con ansiedad cómo un equipo de fútbol lograba sus propios triunfos y fracasos, al mismo tiempo que la sociedad Lesbiana, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT) en el Distrito Federal celebraba uno de sus propios triunfos: el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Si quienes lucharon con este fin en común hubieran estado sentados viendo cómo otros buscaban el triunfo, jamás sería realidad. Tuvieron que trabajar durante meses, años para mover la estructura retrógrada en que está envuelto el país, y así desde el 11 de marzo de 2010 se celebraron en México los primeros matrimonios entre personas del mismo sexo.
No fue iniciativa del gobierno, ni de diputados, ni de senadores ni de ningún jerarca ocupando puestos de autoridad: fue la iniciativa de todos los que trabajaron este logro, miles de personas que son coherentes con su forma de ser, quienes comprometidos con su libertad, llevaron al país a dar un paso adelante en cuanto a derechos humanos, en cuanto a libertad de expresión, en cuanto a liberar a México de la discriminación y de las fobias enfermizas que nacen en la apatía sumisa.
La comunidad LGBT no estuvo sola, contó con el respaldo de grupos ecologistas, religiosos, pedagógicos, artísticos, al igual que tuvieron apoyo de sus amigos, vecinos y familiares, todos defendiendo la dignidad de todos. Eso tan esencial, fue algo que televisa y tv azteca no transmitieron ni transmitirán, Prefirieron, aquel domingo 27 de junio, promover el fracaso de un equipo de fútbol, que sólo hace ganar millones a quienes son sus dueños, unos cuantos empresarios. En el D.F., ese mismo día, se llevaban a cabo las bodas convocadas por ACCIONA A.C., entre personas de los estados de Nuevo León, Campeche, Edo. de México, Puebla, Sinaloa y D.F., 13 parejas, 10 lesbianas y 3 gays, me comentó Lol Kin Castañeda Badillo.
Debemos recordarlo no sólo por ese triunfo, pues así como sucedió este logro, muchos otros grupos organizados día a día están trabajando para alcanzar sus objetivos, sean a favor del medio ambiente, la educación, cultura, justicia, y con este trabajo propio transforman nuestra convivencia como pueblo de México, en proporciones tan valiosas como las que ningún gobierno jerarca y partidista ha podido hacer por su cuenta. Ahora ¿qué importa si hay fut o no?, por cada boda gay se anota un golazo contra los retrógradas y sus fobias.

Camilo Solís