Friday, October 22, 2010

Reconecta especial bicicletas (1)

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En las páginas de esta revista hay articulos como:

---guadalajara avanza sobre dos ruedas 17
---casco ¿sí o no? 22
---reclamando ciudades 30
---bicitekas 24
---guía básica del ciclista 15

camilongo


Reconecta especial bicicletas (2)





Reconecta especial bicicletas (3)





Reconecta especial bicicletas (4)





Tuesday, October 12, 2010

El 10.10.10 en Bicicleta

El domingo 10 de octubre de este año, una fecha excepcional por esta simultaneidad triple en el calendario, fue motivo para que miles de organizaciones preocupadas por el medio ambiente y el cambio climático en distintas partes del planeta, salieran a las calles a manifestar en múltiples formas su preocupación y respuesta hacia la situación de ignorancia que muchos ciudadanos y gobiernos demuestran ante la ecología.

En el caso de Yucatán, la ciudad contó con la iniciativa de jóvenes y adultos, fomentando eventos dedicados a demostrar que hay formas posibles para reducir los índices de óxido de carbono (CO2) en el planeta, provenientes de la quema de combustibles fósiles y los usos no sustentables del suelo o los recursos naturales. Estas emisiones de CO2 han rebasado los 350ppm de límite que evitaba las alteraciones en el clima que actualmente notamos, como el aumento del calor, las continuas formaciones de huracanes y demás.

En Mérida fue la bicicleta, sano vehículo que no genera CO2 como los transportes de combustión, una protagonista importante para los eventos de este 10.10.10, día internacional de las soluciones climáticas, ya que los grupos de ciclistas como Bicis sin Ruta, Sak-Beh, Dirt Riders, entre otros, convocaron a una bicicleteada que partió desde la gran plaza a las 5pm para llegar al remate de paseo montejo, demostrando que en Mérida hay muchas personas interesadas en el fomento y uso de la bicicleta, presentes en este recorrido más de 150 personas.

En el transcurso de la bicicleteada, varios policías se dispusieron a detener al tráfico automovilístico para dar preferencia a los ciclistas, cuando por lo general no tienen esa consideración cuando se trata sólo de uno. Resulta más importante que los conductores de automóvil tengan esa consideración y respeto a quienes recorren la ciudad en bicicleta, al contrario de pensar que en cada glorieta o avenida se pondrá un policía de tránsito para advertir que va a pasar la bicicleta.

Salir en bicicleta lleva consigo el estigma del atropellamiento. Muchos piensan que es muy probable que andar en bici es muy arriesgado, pero en realidad lo arriesgado de conducir cualquier vehículo es hacerlo con miedo y descuido. Como ciclista, uno debe mantenerse en el carril derecho, respetar los señalamientos, observar las direcciones que toman los coches frente a uno, todo esto para tener precaución y respeto de la circulación, pero va de la mano con la confianza en que los conductores de automóvil, a fin de cuentas, ya tienen la experiencia de fijarse en otros transportes circulando a su alrededor, tanto del tamaño de las motocicletas - de proporción semejante a las bicis -, como de la magnitud de los camiones de pasajeros.

Los organizadores de la bicicleteada reunieron firmas para solicitar al Ayuntamiento estacionamientos para bicicletas en los parques, al igual que ciclopistas para que quienes andan en bici cuenten con un carril que deba ser respetado por los demás conductores. Cierto que como se demostró en la bicicleteada, para fortalecer el fomento, uso y respeto del ciclismo en las calles, es importante hacer cada vez más presencia como bicicletos, bicicleteros, baiqueros, cletos. En la página 350.org, promotora internacional del 10.10.10, encontrarán más sobre los 7347 eventos realizados a favor del medio ambiente y sus habitantes.


Camilo Solís

Wednesday, October 06, 2010

Bicicletas

En Yucatán, la población usa bicicleta desde que se diera a conocer este sano invento. Cierto que al principio, la novedad llegó primero a quienes podían pagarla, teniendo las personas acomodadas mayor acceso, paseándose por las calles de la ciudad, sin gran problema de la circulación de coches tirados por caballos y los de combustible. Claro, la bicicleta llegó a ser adquirida por muchos sectores más de la población, y hasta hoy, es más accesible una bicicleta que un caballo.

Popularizada la bicicleta, deja de significar un lujo que representara a la élite. Se generaliza su uso y todos, tanto dentro como fuera de las ciudades, podían hacer suya una bicicleta para ir a visitar a la novia, ir por las tortillas, al trabajo, al parque, al cine. En los municipios, la costumbre sigue vigente, pues las distancias de un lugar a otro normalmente no llegan ni a diez minutos de recorrido, y aún así, los abuelos tienen tanta condición física para andar en bicicleta - gracias a la misma costumbre -, que pueden ir de un pueblo a otro, haciendo cada día recorridos en bici que alcanzan la hora o más tiempo.

En la ciudad, desde los ocho años los chicos empiezan a salir de sus colonias y avanzan hacia otras, a veces en grupos o uno solo. Las chicas también suelen hacer recorridos pero no se alejan tanto, ni siquiera cuando ya son adolescentes, pero este empleo de la bicicleta es ocasional para los ratos libres. Ahora también están algunos chavos que se reúnen para aprender acrobacias en bicis BMX y así participar en concursos muy poco difundidos sobre esta práctica.

Lo complicado de andar en bici por la ciudad, es el aumento de automóviles. Comúnmente los conductores quieren uno para su uso personal, así que generalmente los autos con capacidad de cinco personas, circulan sólo con el conductor, y este uso hace que las calles sean saturadas por un conductor y su auto, cuando podría llevarse a varios pasajeros dentro. Sin embargo, la tendencia para quienes pueden pagarlo, es tener un automóvil propio para usar de lunes a viernes al llevar a los niños a la escuela, ir y venir del trabajo, salir al cine o a cenar. Así, al fin de semana usarlo para paseos familiares o con amistades.

La comodidad de usar el automóvil hace que la bicicleta quede como el divertimento para chicos o el medio de transporte para recorrer distancias cortas y lugares poco transitados. Aún así, la ciudad no es tan grande para los recorridos en bicicleta, pues en hora y media se puede llegar de un extremo a otro, teniendo la práctica necesaria para hacerlo tanto de ida como de vuelta. Casi nadie lo hace, preocupados por la predominancia del automóvil, pensando que sería riesgoso, y sin embargo no lo es tanto como andar en motocicleta, la cual llega a velocidades similares a los coches, siendo casi imposible detenerse a tiempo para evitar coaliciones.

La bicicleta no corre este riesgo ya que por la reducida velocidad que alcanza, es posible detenerse antes de cualquier impacto, pero aún así se debe tener precaución cuando se vaya en avenidas o en el interior de las colonias y fraccionamientos. Andar en bici es un buen ejercicio, además de que te libera de usar las deficientes rutas del transporte colectivo, o de pagar el alza semanal de gasolina, además de que el mantenimiento de una bicicleta es muy sencillo de aprender. Desde hace años hay en Yucatán, campañas que promueven su uso, pero ciertamente, luego de los banderazos, falta mucho por decir y hacer en cuanto a bicicletas.

Camilo Solís

imagen: salvador dali "góndola surrealista sobre bicicletas en fuego (1936)

Monday, October 04, 2010

Jerarquía y educación

Para que la jerarquía sea aceptada por la sociedad, debe estar presente como algo inconfundible e inamovible. Debe ser algo con lo que el ser humano se deba encontrar todos los días y lo sienta como propio del orden social. Que en ningún momento surja aversión a la desigualdad que impone la jerarquía, y si llega a sentirlo, pronto se reconozca rodeado de impedimentos (o razones certeras de la necesidad de jerarquías) y se resigne a buscar formas de evadir su malestar.

Jerarquía inamovible, por la imposibilidad de transformarse en otra circunstancia, sea en base a leyes destinadas a resguardar las ventajas y beneficios jerárquicos, o en base a frases que cotidianamente repiten los tolerantes de la desigualdad, frases como “así es”, “no va a cambiar”, “así ha sido siempre”, que tanto pueden rezar los jerarcas enriquecidos por el trabajo de millones, como bien lo pueden decir, casi con la misma fe, esas millones de personas. Esos son algunos pilares que sostienen a la jerarquía.

Inconfundible, porque la jerarquía es una y no otra. Aunque también debe haber un reconocimiento claro entre las distintas jerarquías, pues hay algunas que son las que dan validez a las otras, es decir, unas jerarquías mayores que aceptan la existencia de las jerarquías menores y de tal forma reconocerse entre sí. También, quienes están dentro de cada jerarquía, deben tener claro cuál es el lugar donde son posicionados, para no cometer el error de igualarse con los que le quedan más arriba o más abajo.

Es una de las confusiones que la jerarquía difícilmente fomentará o aceptará, a menos claro, que se requiera como método para hacer pensar que existe una igualdad, donde todos tienen las mismas oportunidades de escalar posiciones o cargos, donde recibirán mejores beneficios a cuenta de los que no reciban los demás.

Extensa introducción nos lleva a preguntarnos ¿y cuáles son las instituciones de carácter público donde se reproduce el orden jerárquico? Pues simplemente las de gobierno, cultura, salud, desarrollo urbano, educación, militar, municipal, hacendaria, policíaca, en fin, todas reproducen el orden jerárquico de lo superior y lo inferior, los que deben recibir más y los que deben recibir menos.

Un curso, dos recursos; tres cursos, seis recursos

De las instituciones que mencionamos, una precisamente es en donde se refuerza el sentimiento de asimilación de las jerarquías, justamente donde las personas reciben una formación en base a distintos conocimientos generales: la escuela. En lo cercano tenemos a la llamada Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), la cual al estar registrada como escuela pública, es de las más accesibles para llegar incluso a estudios catalogados como “superiores”. Desde aquí, la presencia del uso común de una simple palabra que ya enuncia un posicionamiento jerárquico.

Como institución pública que es, constantemente manifiesta estar al servicio de la comunidad, y como casa educativa, la cual es subsidiada por los impuestos ciudadanos, manifiesta preocuparse por cumplir con llevar a la ciencia a una repercusión social, de tal forma que la inversión ciudadana en la educación pública, reciba de vuelta su contribución.

Una vez que finalizan los discursos, uno puede observar la forma como se distribuyen los recursos públicos que la universidad recibe y las relaciones entre distintos grupos interactuando: los autorizados de mayor rango toman más beneficios que los de menor rango, el sindicato de los maestros está separado del sindicato de secretarias y encargados de limpieza, los representantes estudiantiles ocultan información a los estudiantes representados, y existen separatismos entre estudiantes sólo por llevar uno, tres o cuatro simples años más de estudios.

Resulta difícil ver en ese panorama, cuál es la distancia entre quienes en esta institución agitan su bandera del saber y los que agitan sus banderas culturales, legales, urbanistas, municipales o las que apliquen en las demás instituciones públicas. Todas aplican la forma jerárquica de distribuir los recursos que reciben, cobrando sus salarios mensuales en forma jerárquica. Si es el jerarca supremo de una instancia, llámese director, rector o secretario, de $80,000 no baja su salario mensual; si son jerarcas de puestos no tan altos, entre $30,000 y $40,000 cobrarán mensualmente.

Son cantidades que al año, suman cifras millonarias que son recibidas por quienes desde su posición, mientras hablan de la repercusión social, reciben mayor beneficio económico que la mayoría de quienes integran la sociedad. Para la mayoría de la gente, la repercusión social nunca será recibir las sumas millonarias de la alta jerarquía científica, si acaso recibirán poco más de los $1000 mensuales que dan a los estudiantes con la beca PRONABE, porque les darán hasta $4000 trabajando ocho o diez horas, seis o siete días a la semana, con la condición de cambiar de horario si el jefe lo decide.

Así que cuando hablan de repercusión social, no dicen que ésta consiste también en la distribución económica tan conveniente que se reparten dentro de las instituciones públicas, todo un beneficio que tanto los más honestos científicos como los más corruptos partidistas (o viceversa), muy difícilmente decidirán cambiarlo.

Por supuesto, los que pagan impuestos e inscripciones, toda vez que mantienen silencio y en nada se oponen a la distribución jerárquica de los recursos, forman parte de todo el proceso, le dan continuidad, respetan lo que representa. Cuando les preguntas el por qué de esta distribución, puede decir que “todos los que están ahí metidos son gandallas”, “ellos son los que manejan el dinero”, pero el más extraño razonamiento me parece: porque ellos ya estudiaron más, por eso merecen estar ahí ganando eso.

Entonces, debe ser una historia muy clara y aceptada la que dice que el saber es para enriquecerse, o la ciencia para mantener y obtener beneficios en jerarquía. No hallo tanta diferencia entre este caso educativo con aquellas instancias de objetivos distintos al saber, y en sí, más repercute en la asimilación de la jerarquía, el observar cotidianamente que la desigualdad también está al interior de los prestigiados muros del saber.

Decisión jerárquica, decisión propia, algo…

Quienes pagan impuestos tienen la palabra decisiva, entre si los jerarcas siguen cobrando según su ciencia, o si entran en juego criterios más amplios y equitativos sobre administración de recursos.

Así lo hicieron los estudiantes del 68 durante junio a octubre y también las siguientes generaciones que no olvidan: quienes quieran que sus criterios con nombre y firma se asienten en las mesas de los autorizados, deberán hacerlo sin depender sólo de los representantes, quienes tanto hoy como ese entonces, mayormente prefieren desviar la atención antes que representar alguna molestia para los autorizados.

Éstos finalmente se presentarán unos minutos de su tiempo para hablar, contemplando que toda respuesta de un funcionario público debe darse en persona, por escrito y con firma, o sólo serán palabras al aire que no se podrán verificar con las regulaciones internas, los derechos humanos, los derechos laborales o la misma constitución mexicana.

Camilo Solís