Friday, October 03, 2008

La guerra ya comenzó en las ciudades

Por Leopoldo Chassin Ramírez
La guerra ya comenzó, y si no lo cree es porque usted ya se acostumbró a ver por las calles a vehículos para guerra con militares preparados y ostensiblemente armados, listos para entrar en combate.
Estamos viviendo un estado de excepción, en el que cualquier ciudadano o domicilio son violados sin mediar orden judicial alguna. Las policías federales, estatales y municipales, igualmente, se muestran amenazantes, camionetas repletas de policías, con armamentos nunca antes visto por las calles, muchos de ellos encapuchados, con el fin de no poder ser identificados por sus víctimas. Felipe Calderón propone un presupuesto para seguridad de más de 100 mil millones de pesos, reduciendo los presupuestos para educación y salud, mientras que el Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, en un acto indicó que el gobierno del presidente Felipe Calderón va a derrotar a la delincuencia organizada con la ciudadanía que se construirá desde las escuelas y con los ciudadanos.
Más adelante dijo "que la seguridad no la hacen los policías, sino los ciudadanos". ¿A quién le cree usted? Las contradicciones de estrategias para terminar con la inseguridad se dan en el gabinete de Calderón, uno le apuesta a las armas y el otro a los ciudadanos y la educación; ninguno de los dos tiene razón, pues el grado de descomposición social y causa de la guerra es la injusticia, la desigualdad, la falta de oportunidades.Si correlacionamos por un lado: la migración, el desempleo, la falta de escuelas para los niños y jóvenes, la pobreza, jóvenes rechazados de las universidades, el alza de precios de la canasta básica, la dependencia alimentaria, el empleo informal, los salarios precarios, el abandono del campo, el despojo de las tierras de campesinos e indígenas, la falta de hospitales...
Por el otro lado: la prosperidad de los hombres ricos del país y del mundo, el control de los medios electrónicos de comunicación, la apropiación de las mejores tierras, la construcción de caminos e infraestructura a modo de beneficiar a los inversionistas, la exención de impuestos, las leyes laxas para los delitos de ricos y funcionarios, las secretarías de Estado al servicio de los poderosos, de los de arriba, el aumento del número de "guardianes del orden"...
¿Algún ciudadano que tiene empleo medianamente bien pagado, algún campesino con tierra y apoyos, un joven o jóvena con medios para estudiar o con empleo formal sería un candidato para delinquir? Si usted tiene empleo y estabilidad económica, ¿estaría dispuesto a perderlo todo para dedicarse a algo ilícito? Pero si usted no tuviera empleo a pesar de andarlo buscando y tuviera familia que mantener, algún enfermo, deudas con bancos, no tuviera tierra, implementos, dinero para fertilizantes y semillas....
¿Qué sería capaz de hacer para remediar sus penurias? Es por eso que las cárceles están repletas de pobres, de seres que fueron orillados a delinquir, robar.
Muchos de los asesinados, desaparecidos, encarcelados, torturados optaron por luchar, por cambiar el orden de injusticia establecido por los ricos y políticos a su servicio; gracias a esos luchadores, la esperanza se asoma a miles.
La guerra en el campo
Los citadinos, poco o casi nada sabemos de lo que pasa en el campo, ni las penurias de sus habitantes que nos dan el alimento diario. Los medios electrónicos en manos de monopolios ocultan la realidad de lo que pasa en el campo. En la XXII reunión del Congreso Nacional Indígena celebrada el 20 y 21 de septiembre, en Cacalotepec, Santos Reyes Pápalo, Oaxaca, donde asistieron pueblos indios: Cuicateco, Mixteco/Costa de Oaxaca/Mixteca Alta, Zapoteco/Sierra Norte/Istmo, Mixe, Zotzil, Tzeltal, Nahua/DF/Puebla/Michoacán/Jalisco, Purépecha, Wix´arika, Trique, Cinantecos/Oaxaca y organizaciones civiles y campesinas, relataron la infinidad de atropellos cometidas por el Ejército, las policías, federal, estatal y municipal, los caciques y sus guardias blancas, los paramilitares cobijados por el estado.La constante, tratar de despojarlos de las tierras que han sido propiedad de los pueblos indios desde hace siglos, de los minerales, el agua, su riqueza de diversidad biológica, sus bosques, sus santuarios para convertirlos en propiedad de empresas nacionales y extranjeras para explotar.
Muchos de los proyectos están en consonancia con los compromisos adquiridos por Salinas, Zedillo, Fox y ahora Calderón: el Tratado de Libre Comercio, el Plan Puebla Panamá, el Plan Mérida, la Escalera Náutica, las leyes de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, de Aguas, Agraria, la General de Acceso y Aprovechamiento de los Recursos Genéticos, de Energías Renovables, entre otras para beneficiar a empresas transnacionales. Entre otras denuncias y demandas, se trató la liberación de los compañeros de Atenco.
El saldo
Las bajas oficiales documentadas en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), el año pasado, recibió 126 quejas por arbitrariedades cometidas por parte del Ejército. Durante los primeros nueve meses de 2008, la CNDH ha recibido 190 quejas. ¿Cuántas violaciones habrá de parte de las policías?Las violaciones de mujeres de Atenco, Oaxaca, Veracruz, Coahuila y Chiapas, las muertas de Ciudad Juárez, del Estado de México.Cientos de casos de violaciones a los derechos humanos, seguramente no reportados en las partes de guerra oficiales, dan una idea de la escalada de la guerra que ya comenzó. Colectivo Utopía de La otra campaña
chassin at umich.mx