Monday, February 28, 2011

Al Comandante Supremo de la Guerra

Primero dirijo esta carta a los cómplices de confianza del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México, pues son los únicos que se le pueden acercar y a los únicos que escucha, para que le hagan llegar este documento público escrito por un ciudadano que no anda con capucha y armas reteniendo personas en el camino y tampoco le dispara a niños en retenes de carreteras, entre otras actividades similares que las fuerzas armadas sí realizan a su comando (si no es a su comando por favor hágalo saber).

Sr. Comandante Supremo:

Le comunico los siguientes hechos con el sencillo interés de hacerle saber, más que los hechos en sí, el lugar que éstos van tomando dentro de la capacidad humana de escribir la historia, no sólo en libros, sino en los actos.

De tal forma comprenderá, y quizá también sus allegados necesiten comprenderlo también, que la versión oficial lleva tanto tiempo ejecutada, todos los días y a cada minuto, como los miles que han muerto dentro de la falsamente llamada “guerra contra el narcotráfico” sin haber empuñado un arma ni haber tenido actividad con el narco en su vida.

En Yucatán quizá no sea tan evidente como en otras regiones de la República, pues aquí todavía son reducidos los feminicidios, los levantones por parte de los judiciales (que ahora tienen otro nombre pero siguen siendo para lo mismo); también son reducidas las muertes no esclarecidas dentro de cárceles, son pocas las torturas de militares hacia jóvenes a fin de que declaren ser narcomenudistas, y poco se habla de los cateos que realizan violentamente en hogares, así que, estamos más tranquilos en Yucatán, pero desde aquí llama la atención de lo que pasa en Cd. Juárez, ciudad tomada por militares y federales a su mando también como en cualquier otro Estado, Sr. Comandante Supremo.

En Cd. Juárez, más específicamente en el Valle de Juárez, levantaron a tres personas desde el 7 de febrero, y este viernes 25 de febrero aparecieron muertas. Eran los hermanos María Magdalena y Elías Reyes Salazar y la esposa de éste, Luisa Ornelas Soto. Son familiares de Josefina Reyes, quien también fue asesinada tras levantar denuncias contra las violaciones a Derechos Humanos cometidos por militares, y las líneas de investigación nunca se dirigieron hacia los grupos armados a su comando, Sr. Comandante Supremo, sino a otros grupos armados que siguen trabajando más activamente desde que Juárez fue tomada por miliares y federales.

Como las investigaciones casi nunca resuelven nada, lo más sencillo es criminalizar a la víctima e incluso a todos sus familiares, con frases como “en algo andaban”. En el caso de María Reyes, Elías Reyes y Luisa Ornelas, las investigaciones tampoco se preguntan cómo es que en el Valle de Juárez, zona “resguardada” exclusivamente por militares a su mando, Sr. Comandante Supremo, es precisamente donde fueron levantados estos familiares de Josefina Reyes, quien previamente había denunciado en tiempo y forma, las violaciones militares a los Derechos Humanos.

Estos detalles los tenemos muy presentes, Sr. Comandante Supremo, tan claros que no nos preocupa informarlo a toda la población, y nos referimos solo al más reciente, pues de levantones y asesinatos en México, puede solicitar la lista completa en las instancias competentes.

Estos detalles que forman parte de una “guerra” a la cual en un traje de Comandante Supremo dio apertura, y tanto eso como todo lo mencionado, tampoco lo vamos a olvidar. Mucho menos habrá versión oficial alguna que nos haga dejar de ser quienes somos, ni nos hará dejar de entender lo que pasa, y lo mismo para usted y sus cómplices, Sr. Comandante Supremo de la Guerra.

Rubén Camilo Solís Pacheco