Sunday, October 22, 2006

Censura mojigata, censura informativa, censura justificada, censura instintiva

21 de octubre 2006
Cagado suceso que caga el seso

En Diario de Yucatán no cagan. Quizá la cagan pero no la sueltan. Hace unas semanas lo demostraron cambiando de nombre a la exposición de Uggo Gonzáles y Denisse Sánchez, llamada “Visiones de un artista con futuro de mierda”, por uno menos cajeto para su mojigatería: Visiones de un nihilista sin futuro. Así, la información pulcra vuelve a tergiversar los hechos mientras se golpea el pecho, justo como lo hiciera también hace un año en su artículo sobre El Teatrito, “Suspicacias por el Teatrito”. ¿No se enteró usted, excretado lector, de tal hazaña, y de cómo más de 200 personas le replicaron a Diario de Yucatán? De ser así, espero que su desconocimiento haya sido por un afán de leer periodismo sin estreñimiento.
El artículo sobre “Visiones de un nihilista sin futuro”, desde que dicta el título falso ya hace referencia a otra exposición, y claro, el afán reduccionista en Diario de Yucatán también hace a un lado todo lo que en la entrevista a Uggo y Denisse, pudieron referir para desagrado de la censura. Un consuelo, es que ponen la dirección del lugar donde se expone la obra y el dato telefónico para pedir un recorrido en la instalación; pero si no mal recuerdo la exposición es de mierda y no de consolaciones. A Uggo lo pueden contactar para mejor información sobre la expo y el Zoma Contemporary Art Center, en uggo_73@hotmail.com. Lo siguiente es redactado por Denisse Sánchez al respecto de “Visiones de un artista con futuro de mierda”.

Como símbolo, las heces están asociadas con el sentido más oscuro, vulgar y vergonzoso del ser, es aquella parte patéticamente insalubre que emana de nuestro interior, físico y mental, es nuestra imperfección, pecados, instintos y deseos mas bajos.
El sentido que se le da al término mierda y su utilización en el lenguaje popular está relacionado con la reducción del ser a la categoría de objeto inanimado, putrefacto y pestilente, cuya única función es la de desprender moléculas de olor y ostentar frente a la mirada pública su aspecto desagradable, su consistencia vomitiva. Por tanto, cualquier asociación con dichas características debe ser confinada a los rincones más ocultos de nuestras habitaciones mentales….
Empero, nuestro universo es coprofílico, deseamos, amamos e inclusive somos capaces de realizar actos inimaginables con tal de hacernos de la mierda ajena.
Esto la convierte en un elemento que nos interconecta; nos bañamos, nos vestimos con ella, la comemos y bebemos; nos estimulamos y hacemos el amor gracias a su imagen, rige el orden en la sociedad gracias a su existencia; ella manda y obedece, somete y es sometida, el hecho de intentar ignorarla es la negación misma de nuestra propia existencia… Por lo tanto VISIONES DE UN ARTISTA CON FUTURO DE MIERDA es un recordatorio de la naturaleza orgánica del ser…



La fecha del artículo que censura una exposición que, como sus autores mencionan, no censura, es del 2 de octubre. Me temo que hasta la fecha, lo que ahora escribo y ahora lees, ha sido la única referencia al respecto. No hubo más de 200 personas interesadas en debatir la información falseada, ni tampoco aconteció como el caso de Iris México en el D.F., que al ser censurada su obra por manejar símbolos patrios, tuvo un creciente apoyo; o el caso de Federico Arreola, que este mismo mes fue expulsado del periódico Milenio por expresar su postura política, y dos días después del hecho, el 19 de octubre, ya circulaba tal situación por los periódicos. Incluso, el mismo día me llegó la nota por correo electrónico.
Pero aquí, en la muy Noble y muy Leal Ciudad de Mérida, la Ciudad más Limpia de México, Capital de la Cultura , donde Nadie Cagaría a los Pobres Bacines, a casi un mes de haberse publicado la nota sobre Visiones de un nihilista sin futuro, hubo: n a d a. También es por otra razón: que muchos no leemos ese periódico, y los que pretenden leerlo, quizá sólo leen los resumencitos.
El H. Ayucamiento debería ofrecer una romántica velada para nuestra censura instintiva; ya sabemos que las cosas son así, no cambia nada, y mucho más lo de no cambiar nada; vayamos en la noche ¿qué les parece el fin de semana?, a algún punto de reunión dedicado a la expresión artística, y mirémonos con ternura unos a otros, pestañeando sin cesar. Algo tan normal como la censura no nos debe de preocupar pues, siendo tan hermosa y común en la cotidianidad, equivaldría a preocuparnos, pues, no sé, ¿por comer caca? Seguro que a nadie le molestaría eso, así que luego entonces, la censura tampoco. Aunque para ser sinceros, hay quienes no comen caca, y sí les gusta la censura; hay quienes comen caca y no censuran; quienes comen caca y censuran; quienes no comen caca y no censuran.
En esta ciudad pues, también cabe recordar la censura autoimpuesta, es decir, que al encontrarnos en un medio que no admite las expresiones ajenas, también nos hallamos en un lugar que enseña al individuo a autoimponerse el silenciar la expresión propia, como una autocensura ya admitida en nuestro interior para evitar que nos censure o sancione el mojigatismo informativo, reflejo de la cultura en Mérida, reflejo del afán de reduccionismo y ocultamiento: reduccionimo, pues mientras menos complejo sea, más fácil de controlar; ocultamiento, para beneficio del reduccionismo. No falta una diversidad de casos en donde la opinión, trabajos y datos que los emisores quisieran difundir, son retenidos por razones de lo más cagadas. Como el que escupe al cielo le cae en la cara, lanzo una serie de excreciones hacia arriba, a ver si no toca hasta para mí.


Camilo Solís
(A continuación el arículo sobre Arreola y el Milenio)


Correo Ilustrado La Jornada (19/10/2006)
Federico Arreola y su expulsión de Milenio

Ignoro si fue el martes 17 o el miércoles 18 de octubre cuando recibí la llamada de Ciro Gómez Leyva, uno de los directivos de Milenio Diario. Antes o después de la medianoche yo estaba dormido cuando timbró mi teléfono celular. Alcancé a contestarlo y pude identificar la voz de Gómez Leyva: "Federico, no quise despertarte". "No hay problema, Ciro, para ti siempre estoy disponible". Lo que me dijo enseguida yo tenía varias semanas esperándolo: "Mañana no se publicará tu columna, en Milenio molestó mucho lo que escribiste y se tomó esa decisión. Estoy muy triste". Estaba tan triste Ciro que, seguramente por eso, el miércoles 18 contó algo que de ninguna manera es cierto en su noticiario de Radio Fórmula: que se me había dado de baja de Milenio porque yo había ofendido a este rotativo.
¿Qué era lo que yo había escrito? El martes 17 de octubre, en mi columna de Milenio Diario -el periódico que fundé, que dirigí varios años y del que fui columnista hasta ese día- simplemente hice una lista de los encabezados que no pocos periódicos mexicanos publicaron el lunes 16 de octubre, un día después de los comicios de gobernador de Tabasco. Los reproduzco aquí:
Pulso de San Luis: "Revés al PRD y López Obrador". Express de Nayarit: "AMLO hunde al PRD". Diario Olmeca de Tabasco: "Aniquila a Ojeda, hunde a Obrador". Reforma del DF: "Dan revés a AMLO: gana PRI Tabasco". El Norte de Monterrey: "Dan Revés a AMLO". Palabra de Saltillo: "Dan revés a AMLO: gana PRI Tabasco". Mural de Guadalajara: "Dan revés a AMLO: gana PRI Tabasco". Crónica del DF: "AMLO toca fondo: el PRI arrolló en Tabasco". Excélsior, de la ciudad de México: "AMLO cae en Tabasco". Milenio Diario del DF: "El PRI arrasa con López Obrador en Tabasco". Milenio Diario de Monterrey: "El PRI arrasa con López Obrador en Tabasco". Público de Guadalajara: "El PRI arrasa con López Obrador en Tabasco". Milenio Diario de Tampico: "El PRI arrasa con López Obrador en Tabasco". La Opinión Milenio de Torreón: "El PRI arrasa con López Obrador en Tabasco".
Concluí el texto diciendo: "Buena parte de la prensa mexicana sigue sin tocar a Calderón, pero eso sí, se ve decidida a aniquilar a López Obrador. No lo conseguirá. Esa injusticia no se concretará".
De los 14 periódicos citados, cinco pertenecen al grupo que edita Milenio Diario, Multimedios Estrellas de Oro. Esta compañía recientemente ha estado intentando una asociación con Televisa en negocios relacionados con la transmisión de imágenes, voz y datos por los sistemas de cable de la ciudad de México y de Monterrey.
Decir la verdad no es ofender a un periódico, Ciro Gómez Leyva tendría que saberlo.
Me desagradó que ni el director de la publicación, Carlos Marín, ni el presidente de la empresa, Francisco González, se hayan tomado la molestia de hablarme a lo largo de todo el 16 de octubre para informarme que yo quedaba fuera de la empresa. De Marín lo entiendo, ya que este hombre, al que aprecio por haberlo tratado durante años, es muy pequeño no sólo físicamente, sino también en términos morales. La actitud de Pancho me parece incomprensible, ya que lo consideraba, a pesar de sus relaciones con Carlos Salinas de Gortari, un empresario capaz de actuar con un mínimo de cortesía. Problema de ellos. Cuando los vea, los saludaré con el gusto de siempre.
¿Por qué me cerraron las puertas de Milenio? Por tres razones, en mi opinión:
La primera, porque estoy cerca de López Obrador, el líder político de izquierda al que han decidido exterminar el gobierno federal, el PAN, algunos empresarios y no pocos medios de comunicación, entre los que está Milenio.
La segunda, porque el Milenio que yo construí hace mucho tiempo que desapareció. Un amigo, cuando canceló su suscripción, lo expresó de la siguiente manera a la secretaria que le respondió el teléfono: "Señorita, ya no deseo recibir su periódico porque yo me había suscrito a Milenio y desde hace rato estoy recibiendo Crónica".
La tercera, porque la asociación de Televisa y la empresa editora de Milenio no ha sido autorizada por la Comisión Federal de Competencia. Así que algún estratega les pudo haber sugerido que sancionar a un lopezobradorista como yo podía ayudarles en su negociación con el gobierno encaminada a hacer posible esa operación.
Ayer recibí una carta de uno de mis lectores de Milenio. Resumió con una frase la esencia de la crisis periodística de ese diario: "La cercanía con Televisa, idiotiza".
No me siento bien, sino todo lo contrario. No me duele tanto haber perdido un empleo, sino la forma majadera en que las cosas se dieron. No batallaré para encontrar ocupaciones perodísticas mejor remuneradas y, sin duda, voy a recurrir a los tribunales laborales y civiles para que no sólo se me indemnice, sino también para exigir una compensación por daño moral. Yo no merecía el trato que me dieron un empresario al que le hice un periódico y unos periodistas a los que contraté y siempre vi como amigos. Si no hubieran sido tan patanes, me habría despedido de ellos con un abrazo.

Federico Arreola

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