Óscar González, Rius, Mora, se despiden dejando claro el valor de la historia de los dibujantes de México. No como algo sólo de ellos tres, sino de toda una obra que se puede disfrutar en la narrativa gráfica, la historieta.
Pude leer los Supermachos, Hermelinda y aunque no conocí Chanoc, ahí están también otros personajes que, sus artistas, aún con nombres, son casi anónimos: Fantomas, El Transas, Capulina, Destruktor, Simón Simonazo, Memín, Familia Burrón, Video Risa, Larva, Pantera... y sólo menciono a los que recuerdo y puede leer.
Casi anónimos para gran parte de México, pero pienso que los que seguimos ahora podemos cambiar esa amnesia poco a poco y de distintas formas. En marzo de este año quise escribir y dibujar algo relacionado con historieta, e hice unas 8 páginas de Memín Ponkín para leer libremente en el siguiente blog:
En mi gusto por tantos personajes de México, no pude evitar hacer versiones a mi estilo o parecidos a ellos, siendo que hasta una versión de don Perpetuo y Chon salen por ahí en una escena. Una historia sencilla combinando contexto del siglo XX y XXI mexicano.
Camilo Solís
Chon, Cácaro y Capulina huyendo del cohete con petardos
Así es como pude ver a los muchos personajes que me gustan, en una sola historieta. Claro que surgirán mejores trabajos de los historietistas de profesión y por cierto seré parte de sus asiduos lectores.
Actualmente, gracias a que muchas personas suben a red historietas de los años 30's en adelante, es posible leer esas narrativas gráficas que muy probablemente no serán impresas de nuevo. Esto permite consultarlas en línea e incluso descargarlas, para aprender de los grandes dibujantes y disfrutar sus obras.
De las despedidas, sólo me queda escribir que "La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma" según Antoine-Laurent Lavoisier en ¿1785?, al igual que la memoria o eso que nos hace recordar lo vivido.
Camilo Solís
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