Cada 1 de noviembre, las calles del barrio
viejo de San Sebastián están vacías al atardecer. Ningún vecino quiere presenciar
ni escuchar los fenómenos sin explicación que hasta hoy sólo se sabe que
provienen de una construcción en ruinas.
Durante la noche, una fuerte brisa envuelve al
barrio dispersando breves voces de angustia, pero es en una antigua casa sobre
la calle 67 entre 68 y 70 donde los lamentos se trastornan en alaridos
desesperados y se ha visto apariciones de ultratumba en las paredes del lugar, símbolos
malditos, sonidos extraños que ningún rezo puede callar.
Nadie se acerca a esa calle el 1 de noviembre, todos
los vecinos del barrio lo saben, pero un miserable desconocedor de estas
leyendas, un día tomó ese camino maldito justo a la hora en que las peores
visiones le harían perderse en el festín pagano de LA CASONA MALDITA.
Un pasillo oculto de la casona, por Hellbastard |
La única luz que vio en todo el camino, fue la
de la casona número 557A, con un juego de sombras que iban y venían haciendo
palpitar la escasa iluminación del lugar. Al llegar a la puerta de donde
escapaba el halo de luz, solo vio en el interior de la casa un largo corredor
vacío que dirigía hasta el fondo de la casona, donde un grupo de personas parecían
entrar y salir de la oscuridad.
Ritual MALIGNO |
Como si la escena se hubiera lanzado hacia él,
en un instante se encontró al fondo de la casona y a sus espaldas quedaba ya, muy lejana, la puerta de entrada. Al mismo tiempo, inició el estruendo de
sonidos insoportables, ruidos de maquinarias rugiendo y voces guturales insanas
hacían convulsionar a todos los que ahora giraban junto a él, vestidos con túnicas negras, tapizadas de símbolos desconocidos.
Maggots |
Sus cuerpos oscilaban, tenían cabellos largos y
oscuros con los que no podía verse sus caras, todos ellos le tapaban el paso, le
hacían ir y venir atrapado en una masa de cuerpos que recorrían distintos
pasillos de la casona, golpeándose en las paredes sin importarles dejar rastros
de sangre cuando se azotaban en ellas.
Por fin, la masa de cuerpos lo lanzó hacia un
cuarto donde estaba un pequeño joven hincado en un confesionario. El caminante
se le acercó pensando que el muchacho era otro desafortunado cautivo de la
casona, pero estaba equivocado: el joven trazaba en una hoja negra, una
serie de figuras blasfemas que iban apareciendo en las paredes del lugar.
Visiones de Hellbastard |
Hellbastard será tu guía |
La casona sigue deshabitada hasta hoy, pero ahí quedan las marcas en paredes, esas imágenes oscuras que rodean el confesionario pagano, y sólo puedes entrar en compañía del velador Diego Mena, conocido en el rumbo como HELLBASTARD.
Es el único que podrá guiarte por los
pasillos de la casona si algún día decides visitarla, sólo en el mes de noviembre y te contará su desdichada
historia, cuando se vio atrapado para siempre, condenado a una noche eterna en la casona maldita.
Texto y Fotos: Camilo Solís
Contacto visitas: Hellbastard
Miss Kanto en Kickstarter |
No comments:
Post a Comment