Primero descubrieron que hay lecturas en la universidad, y
ahora esto.
En pleno siglo XI, amanecer de
la escolástica, la UADY hizo gala de una triste “recomendación” para alumnos
que no pudieran reunir todos los privilegios requeridos para estudiar la
universidad pública.
A fin de no herir la sensibilidad
e integridad de los grandes coeficientes que circulan por dicha institución,
llamaremos a la maximandra casa de estudios por otro nombre a continuación: se
le referirá como LA WAWIS.
Resulta que el día de ayer,
desde el perfil de facebook de la Facultad de Ingeniería de la WAWIS, se les
comunicó a los pupilos que, si no tenían internet para asistir a los cursos en
línea, o si se les echó a perder su pleysteishon o simplemente andaban
enfermos, pues se les invitaba amablemente a darse de baja temporal.
Es decir, que si son muy
pobres pues entonces mejor en otra vida cuando tengan más posibilidades de
cumplir los requisitos, entonces que ahí sí se profesionalicen como el Rector
Salwilliams de Gortari, que sólo por dar discursos (escritos por otros) hasta
le pagan $100,000 mensuales por su gran capacidad de oratoria calidad la WAWIS.
En sí, entre todos los que son altos administrativos,
le parasitan a la WAWIS la muy académica cantidad de más de $230,000 mensuales,
sin contar todos los viáticos que se asignan.
El Recto de la WAWIS, Salwilliams
de Gortari, hizo un berrinche cuando le dijeron que se tenía que bajar su salario,
pues cobraba más que el presidente de México, y al fin sí lo bajó, pero sólo
porque le iba a salir más caro los abogados para defenderse.
Los milenials, al descubrir
que la maximandra estaba rezagando a los que no tienen internet, se dieron
cuenta de que eso era discriminación, y le pidieron ayuda a la Sociedad de
Alumnos.
Pero la Sociedad de Algunos, estaban en el playón comiendo tacos de “El Cacicque”, y los
consejeros alumnos, estaban tomándose fotos con el Recto, con los del PRI, los
del PAN, o cualquier lacra a la que pertenecen y se aprovechan de la universidad
para arrear gente.
Incluso, los presidentes de la
sociedad de algunos, y los consejeros alumnos, jamás informan a los estudiantes
cómo están manejando los recursos que les asignan como presidentes y
consejeros, pues así le pueden dar todos los beneficios a sus allegados y
asegurar sus puestos de lamebotas en algún partido.
|
Líderes WAWIS idolatrando a un partidista en la entrada del edificio WAWIS |
Con esa discrecionalidad, los “lideres”
estudiantiles aprovechan para sus negocios. Por ejemplo, cobran boletos de
transporte cuando los estudiantes se van a algún congreso fuera de la ciudad,
pues no saben que en realidad el dinero del transporte posiblemente ya fue dado
por la Rectoría, así que los “líderes” cobran por un transporte que ya está
pagado, entre otras mañas parecidas.
Al parecer, los altos
coeficientes intelectuales de la WAWIS eliminaron la publicación donde “daban
la opción” a los pupilos darse de baja voluntaria, pues obviamente, si los
milenials empezaban a abandonar la WAWIS, sería un dinero menos que habrá
disponible en los próximos meses.
Porque eso sí, es universidad
pública, pero no de pobres. La inscripciones y semestres se cobran muy bien.
Tienen recursos federales y estatales pero con eso no alcanza para pagar los
$100,000 mensuales del Recto Sawilliams de Gortari y los otros magnos sueldos,
así que cada Facultad cobra según el buen salario que puedas conseguir ya que
termines tu carrera.
|
El Recto Salwilliams de Gortari pensando dónde recortar recursos WAWIS para solventar su salario |
Milenials, centenials y
netflixelians declararon el día 4 de mayo como el día de la discriminación en
la WAWIS y están planeando leer en esa fecha unos párrafos del libro “Las
élites de la ciudad blanca. Discursos racistas sobre la otredad” escrito por
una babyboomer que vio la discriminación en algunas élites yucas, pero en las universidades
como la WAWIS no vio nada, aunque eso es normal por ahí.
Camilo Solís Pacheco