En Yucatán, la población usa bicicleta desde que se diera a conocer este sano invento. Cierto que al principio, la novedad llegó primero a quienes podían pagarla, teniendo las personas acomodadas mayor acceso, paseándose por las calles de la ciudad, sin gran problema de la circulación de coches tirados por caballos y los de combustible. Claro, la bicicleta llegó a ser adquirida por muchos sectores más de la población, y hasta hoy, es más accesible una bicicleta que un caballo.
Popularizada la bicicleta, deja de significar un lujo que representara a la élite. Se generaliza su uso y todos, tanto dentro como fuera de las ciudades, podían hacer suya una bicicleta para ir a visitar a la novia, ir por las tortillas, al trabajo, al parque, al cine. En los municipios, la costumbre sigue vigente, pues las distancias de un lugar a otro normalmente no llegan ni a diez minutos de recorrido, y aún así, los abuelos tienen tanta condición física para andar en bicicleta - gracias a la misma costumbre -, que pueden ir de un pueblo a otro, haciendo cada día recorridos en bici que alcanzan la hora o más tiempo.
En la ciudad, desde los ocho años los chicos empiezan a salir de sus colonias y avanzan hacia otras, a veces en grupos o uno solo. Las chicas también suelen hacer recorridos pero no se alejan tanto, ni siquiera cuando ya son adolescentes, pero este empleo de la bicicleta es ocasional para los ratos libres. Ahora también están algunos chavos que se reúnen para aprender acrobacias en bicis BMX y así participar en concursos muy poco difundidos sobre esta práctica.
Lo complicado de andar en bici por la ciudad, es el aumento de automóviles. Comúnmente los conductores quieren uno para su uso personal, así que generalmente los autos con capacidad de cinco personas, circulan sólo con el conductor, y este uso hace que las calles sean saturadas por un conductor y su auto, cuando podría llevarse a varios pasajeros dentro. Sin embargo, la tendencia para quienes pueden pagarlo, es tener un automóvil propio para usar de lunes a viernes al llevar a los niños a la escuela, ir y venir del trabajo, salir al cine o a cenar. Así, al fin de semana usarlo para paseos familiares o con amistades.
La comodidad de usar el automóvil hace que la bicicleta quede como el divertimento para chicos o el medio de transporte para recorrer distancias cortas y lugares poco transitados. Aún así, la ciudad no es tan grande para los recorridos en bicicleta, pues en hora y media se puede llegar de un extremo a otro, teniendo la práctica necesaria para hacerlo tanto de ida como de vuelta. Casi nadie lo hace, preocupados por la predominancia del automóvil, pensando que sería riesgoso, y sin embargo no lo es tanto como andar en motocicleta, la cual llega a velocidades similares a los coches, siendo casi imposible detenerse a tiempo para evitar coaliciones.
La bicicleta no corre este riesgo ya que por la reducida velocidad que alcanza, es posible detenerse antes de cualquier impacto, pero aún así se debe tener precaución cuando se vaya en avenidas o en el interior de las colonias y fraccionamientos. Andar en bici es un buen ejercicio, además de que te libera de usar las deficientes rutas del transporte colectivo, o de pagar el alza semanal de gasolina, además de que el mantenimiento de una bicicleta es muy sencillo de aprender. Desde hace años hay en Yucatán, campañas que promueven su uso, pero ciertamente, luego de los banderazos, falta mucho por decir y hacer en cuanto a bicicletas.
Camilo Solís
imagen: salvador dali "góndola surrealista sobre bicicletas en fuego (1936)
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